Desde el pasado lunes el presidente de Rusia Vladímir Putin está incómodo, un pensamiento negativo y reiterativo se le convirtió en realidad y ahora tiene una nueva piedra en el zapato por cuenta del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que presentó ante el Congreso norteamericano, en cabeza de su secretario Steve Mnuchin, un listado con los 210 nombres más poderosos de la Federación Rusa junto con 19 empresas.
‘La lista del Kremlin’, denominada así por la prensa mundial, recuerda que Estados Unidos y Rusia no olvidan la guerra fría, no paran de mostrarse los dientes y que sus diferencias y deseos por dominar la geopolítica en el globo terráqueo están más vigentes que nunca.
En el listado se menciona que estas 210 personas, de las cuales 114 son políticos y 96 empresarios, poseen fortunas superiores a los 1.000 millones de dólares y entre ellos, se destacan el expresidente Dimitri Medvédev (2008 – 2012), el actual canciller Serguéi Lavrov, el portavoz del Kremlin Dimitri Pescov y el reconocido multimillonario Román Abramóvich (dueño de petroleras y equipo de fútbol inglés Chelsea), además de importantes multinacionales como el gigante de los hidrocarburos Gazprom, la aerolínea Aeroflot y el banco Sberbank, entre otros.
Sin embargo, sorpresivamente Putin no se encuentra en la lista y lamentó con ironía su ausencia. Esta primera reacción ocurrió en una reunión que sostuvo Putin con promotores de su reelección para gobernar a Rusia hasta el año 2024, con el manto del Partido Conservador Rusia Unida, ya que en un mes y medio se harán las elecciones en el país territorialmente más grande del mundo (17.098.242 kilómetros cuadrados).
Lo que sí molesta no solo a Putin, sino a la élite rusa en pleno, es que esta lista aunque no menciona sanciones económicas presumen que van para allá, a fin de interferir en las votaciones como represalia a la supuesta injerencia rusa en el proceso electoral que eligió a Donald Trump como el presidente 45 de Estados Unidos.
En la reunión pro reeleccionista de Putin, el presidente ruso elevó el tono y con indignación acusó a Estados Unidos de querer meter en la misma bolsa a Rusia con Corea del Norte e Irán, países considerados por los norteamericanos como ‘del eje del mal’. El mandatario ruso resaltó además que es “estúpido” que le pidan cooperar con el desarme nuclear de estos dos países asiáticos y de momento mencionó que no hará un pronunciamiento oficial al respecto.
Acto seguido, la presidenta del Senado de Rusia, Valentina Matviytenko, se manifestó al decir que es una grosera intervención norteamericana en asuntos internos, que solo busca deteriorar la imagen de Putin que se mantiene en el 70% de cara a las elecciones.
Ante el roce diplomático la Unión Europea salió a respaldar a Rusia, en voz del primer ministro de Bélgica, Charles Michel, dijo que no se apoyarán las sanciones económicas que eventualmente Estados Unidos tenga previstas.
Entre tanto, la economía de Rusia es inestable como su moneda el Rublo que gana y pierde valor en los mercados internacionales de manera constante, pero Vladímir Putin sigue ahí fuerte, colonizando lo que puede y figurando como el hombre más poderoso del mundo según la revista Forbes.
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