El dragón provocado

Las aguas del Océano Pacífico están más agitadas que de costumbre, los más de 10 mil kilómetros de aguas internacionales que separan a China de Estados Unidos por los que transitan al año 4.2 Billones de dólares en intercambios comerciales, hoy se acercan por un lío diplomático sin precedentes, que van más allá de la histórica competencia comercial entre las dos poderosas naciones.

El lema de campaña del hoy presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ‘Make America Great Again’ (Hacer a Estados Unidos grande otra vez – o como sea que se traduzca –) que busca remplazar el ‘Made in China’ por el ‘Made in U.S.A.’ pasó a un segundo plano, debido a la reciente intromisión de los occidentales en los líos limítrofes de los orientales.

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China, Hua Chunying, ha dicho en Pekín que Estados Unidos “no es parte” válida para la discusión limítrofe del Mar Meridional de China que disputan Brunei, Japón, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam, quienes han instaurado demandas por la apropiación china de lo que se consideran aguas internacionales.

El altercado tiene a los chinos soplando humo por la nariz luego del desafío que planteó el Secretario de Estado de los norteamericanos Rex Tillerson, al decir que necesitaba enviar a China una «señal clara», de que la expansión y presencia militar de los orientales en las cerca de 250 islas del Mar Meridional “no iba a ser permitida” ya que no son territorios legítimos de los chinos, argumentó durante su posesión en Washington donde además se atrevió a comparar la anexión de la península de Crimea a Rusia. Sus declaraciones luego fueron ratificadas el pasado 23 de enero por el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.

Ante las declaraciones estadounidenses, el gobierno comunista de Xi Jinping mostró los dientes, mandó decir a través de la portavoz “tener cuidado” y “hablar con cautela”, “para evitar perjudicar la paz y la estabilidad del Mar de China Meridional”.

Los medios del gigante asiático también reaccionaron advirtiendo que Trump ya no estaba en campaña, el periódico China Daily mencionó en su editorial no tomar en serio las opiniones norteamericanas por ser una mezcla de “ingeniudad” y “miopía”. Así como el China Daily, el Global Times escribió que la falta de filtro en la diplomacia de Trump podría terminar en una “guerra a gran escala”.

La disputa no es menor, son 2.25 millones de kilómetros cuadrados por los que todos le alegan a China. Por las Islas Paracelso, Taiwán y Vietnam; por el Arrecife Scarborough, Filipinas y Taiwán y; por las Islas Spratly, Brunei, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam que aspiran a explotar los 2 mil millones de barriles de petróleo, gas y la inmensidad de la pesca que allí se calcula, mientras China hace presencia militar con islas artificiales en las que hay hasta una pista de aterrizaje. China sostiene que su soberanía no es negociable y el tribunal de La Haya ya falló contra ellos al mencionar que carecen de fundamentos históricos para reclamar la zona en disputa. En tiempos del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, no hubo ninguna intervención norteamericana.

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